Quiero que en mi vida seas el otoño que pasó, el rocio que no vuelve, el amor que se olvido, un capitulo que acaba y jamás vuelve a leerse, un periódico quemado que ya no se puede ver.
Que en el cielo ya templado se borre cada recuerdo y el polvo de las nubes oculten todos mis versos, aquellos versos magnético que en el cielo te escribía aquellos versos nerviosos que exponían mi alegría.
Que solo seas en mi vida algo más sin importancia, como la hoja de un árbol, como el polvo de la plaza, una gota de agua más o un mar de agua salada, una estrella que no brilla y no puede ser admirada.
Que la inmensidad nocturna te oculte si voy pasando que no exista otro encuentro ni ahora ni lejano.
Que no existas